Estrategias de disciplina positiva y desarrollo socioemocional

Cuidar la convivencia escolar en secundaria no es un tema que se deba tomar a la ligera. Lamentablemente, los casos de violencia se dan con más frecuencia de las que se esperan. En 2024, según indicó el Minedu, se registraron más de 19,642 denuncias por violencia escolar.

De las denuncias registradas, si bien más del 50% correspondía a agresiones entre estudiantes, se observó que más del 40% correspondía a agresiones cometidas por personal de los centros de estudio. Esto no es todo: entre los tipos de agresiones se registraban no solo violencia física, sino también psicológica y sexual.

Estos indicadores son preocupantes y evidencian la necesidad de seguir trabajando en estrategias de disciplina positiva que favorezcan la convivencia escolar saludable.

¿Qué es la convivencia escolar saludable?

Es la construcción de un entorno educativo en el que estudiantes y personal interactúan de manera respetuosa, armónica e inclusiva. Esto no solo contribuye a un clima escolar favorable para el aprendizaje, sino que también promueve el desarrollo integral de los estudiantes como individuos y ciudadanos.

Aunque algunos piensen que basta con establecer normas de convivencia en secundaria para generar un clima positivo, la realidad es que hay mucho más detrás. Por ejemplo, incluye la implementación de medidas de prevención y protección por parte del personal educativo, la creación de protocolos para atender casos de violencia, y el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales de los estudiantes, entre otras acciones.

 

disciplina positiva en los alumnos - Its

 

¿Qué son las estrategias de disciplina positiva y cómo implementarlas en el aula?

Las estrategias de disciplina positiva son un enfoque educativo que busca guiar a los estudiantes hacia conductas responsables y respetuosas, no mediante el miedo o el castigo, sino a través del respeto, la empatía y la motivación para aprender y convivir de manera armónica.

Implementarlas en secundaria implica combinar límites claros con libertad responsable, de manera que los estudiantes comprendan las consecuencias de sus acciones sin sentirse amenazados.

Su implementación resulta útil para una convivencia escolar saludable porque permite que los alumnos desarrollen habilidades socioemocionales fundamentales: aprenden a autorregular sus emociones, a escuchar y respetar a los demás, a resolver conflictos de forma pacífica y a trabajar en equipo. Además, al sentirse valorados y escuchados, disminuyen las conductas violentas y aumenta el sentido de pertenencia al grupo.

En este sentido, la disciplina positiva no se centra solo en evitar problemas de conducta, sino en formar ciudadanos capaces de convivir en democracia, con responsabilidad y empatía.

Actividades para mejorar la convivencia escolar en secundaria con disciplina positiva

Debido a que la disciplina positiva no es solo un método de control del comportamiento, se puede traducir en actividades concretas que fortalezcan la convivencia. Por ejemplo:

  • Construcción colectiva de normas de convivencia: Involucrar a los estudiantes en la elaboración de acuerdos del aula fomenta el sentido de pertenencia y el compromiso. Al sentirse parte del proceso, entienden mejor los límites y se responsabilizan de cumplirlos.
  • Reconocimiento de conductas positivas: Actividades como “el aplauso del día” o tablones de logros permiten valorar públicamente las actitudes que promueven respeto, cooperación y solidaridad. Este refuerzo fortalece la autoestima y motiva a repetir comportamientos adecuados.
  • Dinámicas colaborativas: Trabajos en equipo, debates guiados o proyectos solidarios son espacios donde los estudiantes aprenden a escucharse, a tomar decisiones en conjunto y a valorar la diversidad de opiniones.

Además de lo mencionado, es crucial que los docentes prediquen con el ejemplo. No hay que olvidar que las conductas violentas no solo ocurren entre estudiantes, sino también entre el personal del plantel y los alumnos, o incluso entre colegas. Cuando los docentes mantienen un comportamiento respetuoso y relaciones saludables con sus pares y con sus estudiantes, estos tienden a replicar ese buen ejemplo.